Terapia Ocupacional Pediátrica
En el mundo de los niños, las ocupaciones giran alrededor del juego (saltar, correr, ir en bicicleta, ir al parque…), ir al colegio (leer, escribir, recortar, dibujar, hacer los deberes…), relacionarse con los amigos y con la familia, y participar en las actividades de la vida diaria (comer, vestirse, ducharse, prepararse la mochila…)
El terapeuta ocupacional capacita y ayuda al niño a desarrollar las habilidades y capacidades necesarias para conseguir que todas estas ocupaciones y actividades puedan darse de la forma más independiente y satisfactoria posible, teniendo en cuenta las características individuales de cada niño.
Las actividades que realizamos se adaptan a las necesidades y características de cada niño y tienen un significado para él.
Estas intervenciones se pueden dar en la sala de terapia, en el colegio, en casa y en la comunidad, en función de cada caso.


¿Qué es la Terapia de Integración Sensorial?
La integración sensorial es la capacidad neurológica que tenemos para organizar la información que recibimos del entorno y de nuestro propio cuerpo (mediante el gusto, la oída, la vista, el olfato, el tacto, el movimiento, la posición del cuerpo y la gravedad). La manera en como percibimos, interpretamos y organizamos esta información sensorial determina nuestra manera de actuar y reaccionar, las habilidades motrices, la capacidad para estar alerta y atentos, el aprendizaje, el lenguaje, e incluso, la manera en como jugamos y nos relacionamos con los demás.
Cuando un niño tiene dificultades para integrar de forma adecuada las sensaciones, se pueden ver afectadas muchas áreas del desarrollo.
Durante las sesiones terapéuticas usamos el juego, la estimulación y la motivación interna de cada niño, buscando en todo momento una respuesta adaptada, un reto o un objetivo que permita una mejor integración de los estímulos sensoriales, un funcionamiento neurológico y un desarrollo más maduro y óptimo.


